La prueba de los hechos (Derecho) (Spanish Edition) 4th Edition

Antes que nada, es importante advertir que no es un libro que consideraría -en mi opinión, siempre en mi opinión- sencillo de leer y entender. Podría criticarse al autor (ya difunto) acerca de que podría haber explicado muchas cosas (en el libro) de una manera menos rebuscada. Empero, aunque esa crítica es legítima, no desdora la grandeza de este libro. Por el contrario, la dificultad en la lectura impulsa a que las palabras sean leídas con el detenimiento idóneo para la comprensión completa que un trabajo como este requiere. En particular, a mí me ha resultado particularmente desconcertante la importancia que tiene el fenómeno probatorio en el derecho procesal y su total abandono en la mayoría de programas de estudios universitarios (a nivel licenciatura), por lo menos en México. En ese sentido, la obra me ha resultado infinitamente pedagógica, lo que ha impactado positivamente mi desarrollo profesional, pues ahora tengo una perspectiva mucho más amplia en cuanto al derecho procesal y a lo que verdaderamente importa en éste. Por la complejidad, así como por la carencia de ejemplos en la obra (si bien el autor sí los usa, no es en gran medida), no lo recomiendo para un estudiante de Licenciatura, salvo que ya tenga experiencia práctica; de otro modo, es probable que no entienda gran parte de este trabajo. Sí lo recomiendo para los abogados con práctica y también para los catedráticos y doctrinarios. En verdad, lo único que lamento es que la obra no fuera de mayor extensión y que ello sea ahora imposible por la muerte (reciente) de su autor. Se requieren más libros como este, que se ocupen de esta parte tan transcendente, pero a la vez tan ignorada, de la "justicia" del día a día, que no siempre se da con una ponderación de derechos ni con argumentaciones muy elevadas, sino simple y sencillamente (si es que puede decirse así) con la cuestión de los hechos, que se evidenciarán con base en las pruebas y que culminarán con una verdad que no sea formal, ni procesal, sino verdad a secas (relativa, por supuesto), requisito imprescindible para todo sistema cuyo estatuto sea la obtención de decisiones justas.

Excelente libro

tiene muy buen contenido.